Te sientas sabiendo que la tormenta va a empezar, e intentas no pensar en nada mientras escupe en sus palabras toda aquella rabia acumulada, una vez llega el permiso para levantarte abandonas la sala, el juicio acabó y la sentencia esta dictada, mas la pena no esta aun decidida por completo, solo parte de ella
ya no hay más que hablar, ha dicho la última palabra, y todas aquellas que hierven en tu interior te has esforzado en reprimirlas, te sientas a intentar hacer algo de provecho y llegan a tus oidos otras palabras, en tono de suplica que hacen que te sientas culpable, te has convertido en el único culpable, o almenos el único dispuesto a aceptarlo
amainada la tormenta y lejos ya el chaparron te quedas a solas dandole vueltas, toda esa rabia, esa ansiedad...empieza a costarte respirar, no puedes concentrarte en tu lectura y pronto las letras se vuelven borrosas, la rabia i la impotencia no te dejan ver y más allá del orgullo divisas nubes de tormenta al horizonte, pero antes de que vuelva borras todo signo de flaqueza, por más que te hunda no dejaras que lo sepa
dejas de temblar y recobras la visión, empieza a normalizarse la respiración, pero no tardara en volver...