No bastará la suerte esta vez.

Solo un milagro puede hacerlo posible.

Hace falta mucha suerte y mucho corage para volver a intentarlo, como una sombra al acecho siento el miedo al fracaso, miedo a que la historia vuelva a repetirse, miedo a caer y no ser capaz de volver a levantarme, demasiadas caídas van ya, y demasiado trabajo cuesta levantarse, aun más sabiendo que volverás a caer.

En la vida hay ciertas cosas que no podemos controlar, y para mi el miedo es una de ellas, mi covardía no tiene límites y me aterra el dolor, y me aterra el miedo.

Dicen que al miedo hay que mirarlo a los ojos y demostrarle que no le temes, que debes ser capaz de sonreirle a tus temores, pero el miedo no tiene ojos donde mirar, y yo ya no tengo fuerzas para sonreir, mas aun si estoy asustada, pues bastante trabajo me cuesta controlar el sudor frío y los temblores, como para intentar sonreir.

Si que es cierto que hay que afrontar los temores, porque al igual que los problemas, posponerlos solo hace que se acumulen, y acaben pareciendo mayores de lo que son...